En 2024, la migración continúa siendo un fenómeno de relevancia central en la realidad social, económica y política de El Salvador. La emigración, especialmente hacia Estados Unidos, sigue siendo un escape para miles de salvadoreños ante las dificultades laborales, económicas, jurídicas, alimentarias y ambientales. Al mismo tiempo, los retornos se han incrementado, unos forzados y otros voluntarios pero no todas las personas migrantes que regresan tienen la capacidad o el interés de invertir en el país. Esto resalta la falta de políticas públicas integrales que puedan atender tanto a quienes buscan reintegrarse de forma productiva como a aquellos que desean una vida más tranquila en su retorno.
2. Causas de la Movilidad Humana: Factores que Impulsan el flujo masivo
El Salvador, junto a sus vecinos del Triángulo Norte, ha registrado una disminución notable en el número de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos. Según datos recientes, los encuentros con salvadoreños en la frontera sur estadounidense han caído en comparación con años anteriores. Este cambio se atribuye a políticas más estrictas implementadas por Estados Unidos y al papel de México como país contenedor.
Sin embargo, esta reducción no significa una mejora significativa en las condiciones internas del país. Persisten múltiples inseguridades que continúan impulsando a miles de salvadoreños a migrar. Estas incluyen:
- Inseguridades laborales y salariales, caracterizadas por empleos precarios, mal remunerados y la ausencia de garantías sociales.
- Inseguridad alimentaria, donde muchas familias, especialmente en áreas rurales, carecen de acceso estable a alimentos.
- Inseguridades ambientales, exacerbadas por el cambio climático, que agravan la vulnerabilidad de las comunidades agrícolas dependientes del ciclo de lluvias.
Estas condiciones, combinadas con la falta de oportunidades, no solo empujan a los salvadoreños a buscar mejores horizontes, sino que también limitan su capacidad de reintegrarse de manera productiva cuando retornan al país.
2. Deportaciones y Desafíos de Reintegración
Inseguridad laboral y económica:
La falta de empleo formal y bien remunerado sigue siendo una de las principales causas de la migración. A pesar de los esfuerzos por mejorar la situación económica, El Salvador enfrenta una creciente precarización del trabajo. A finales de 2023, el índice de desempleo en El Salvador se situaba en alrededor del 7.5%, mientras que la informalidad laboral alcanza el 70% de la población trabajadora (Banco Central de Reserva, 2023). Esto crea un panorama donde las oportunidades en el país son limitadas y la población salvadoreña continúa migrando en busca de mejores condiciones laborales.
Inseguridad alimentaria y pobreza:
La pobreza sigue siendo una de las principales causas de la migración en El Salvador. Este panorama de vulnerabilidad económica motiva a las personas a movilizarse tanto interna como al exterior en busca de mejores condiciones de vida y acceso a servicios básicos que, en su lugar de origen, no están disponibles.
Inseguridades ambientales y jurídicas:
La crisis ambiental y la vulnerabilidad frente a fenómenos naturales, como huracanes y sequías, sigue afectando a la población rural, cuyos medios de vida están directamente relacionados con la agricultura. Por otro lado, las inseguridades jurídicas persisten debido a la falta de acceso adecuado a la justicia y la incertidumbre económica generada por políticas públicas inestables.
3. El Impacto de las Remesas: Reducción de los Flujos y Dependencia de la Balanza Comercial
Reducción de los flujos de remesas:
A pesar de que las remesas continúan siendo un pilar fundamental de la economía salvadoreña, en los últimos años se ha observado una desaceleración en su crecimiento. Según la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES), el crecimiento de las remesas en 2023 fue de solo un 3% comparado con años anteriores donde los incrementos superaban el 6%. Esto refleja una desaceleración en los flujos de remesas, lo que podría tener repercusiones serias para la economía nacional, especialmente cuando se considera que las remesas representan alrededor del 23% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Dependencia de las remesas y necesidad de fortalecer la producción interna:
El Salvador sigue dependiendo excesivamente de las remesas como nivelador de la balanza comercial y como sustento de muchas familias. Si bien las remesas han contribuido de manera importante al bienestar de la población, no se ha logrado una diversificación económica suficiente para reducir esta dependencia. En este contexto, el fortalecimiento de la producción interna y el apoyo a sectores productivos clave, como la agricultura, la manufactura y la tecnología, son fundamentales para generar empleo digno y reducir la vulnerabilidad económica. Las políticas deben orientarse hacia la creación de una economía más diversificada, con énfasis en la industrialización y la exportación.
4. La Participación de la diáspora en el Exterior: Impacto y Roles
El rol de las mujeres en el envío y administración de remesas:
Las mujeres salvadoreñas en el exterior juegan un papel crucial en la economía del país, siendo responsables de una proporción significativa de las remesas enviadas. En un estudio de 2023 realizado por el Banco Central de Reserva, se destacó que las mujeres enviaron el 53% de las remesas en comparación con el 47% de los hombres. Además, son las principales administradoras de estos recursos en el hogar, lo que ha permitido un impacto positivo en la salud y la educación de sus familias. Sin embargo, las remesas aún no se utilizan de manera productiva, limitándose principalmente al consumo.
Participación política y social de la diáspora:
La población salvadoreña en el exterior también tiene una influencia creciente en las políticas migratorias del país. Aunque se reconoce la importancia de su participación en el desarrollo del país, aún existen limitaciones en la manera en que sus intereses y necesidades son atendidos por las autoridades. A pesar de la importancia de las remesas, no hay políticas públicas que fomenten su uso productivo, lo que sigue siendo un gran desafío para la economía nacional.
5. Los flujos de retorno: Un Fenómeno Creciente con distintos desafíos
Diversidad en los flujos de retorno:
El retorno de personas migrantes de origen salvadoreña ha crecido en los últimos años, especialmente de aquellas que han vivido por décadas en Estados Unidos. Sin embargo, no todas las personas retornadas tienen el interés o los recursos para emprender. Muchos de ellas regresan buscando un entorno más cómodo y tranquilo tras años de trabajo en el extranjero. Sin embargo, no existen políticas nacionales específicas para apoyar a este grupo, lo que limita su reintegración en el mercado laboral y social.
Políticas de reintegración y de inclusión social ausentes:
Aunque han habido esfuerzos aislados para apoyar a las personas retornadas con capacidad emprendedora, el gobierno no ha creado políticas que permitan a aquellos que regresan sin grandes recursos, emprender proyectos productivos. La falta de acceso a servicios de salud, pensiones y un sistema de seguridad social adecuado para este grupo es un factor de vulnerabilidad..
6. Cooperación Internacional: Un Apoyo Necesario, pero con Desafíos de Autonomía Nacional
Cooperación internacional y agendas nacionales:
La cooperación internacional sigue siendo clave para abordar los flujos migratorios y las causas estructurales de la migración. Sin embargo, se ha observado que, en algunos casos, esta cooperación se apodera de las agendas nacionales, dejando a las políticas internas del país en un segundo plano. Es importante que El Salvador mantenga su autonomía en la definición de políticas migratorias y no dependa completamente de la cooperación internacional, que a menudo tiene sus propias prioridades. La independencia en la toma de decisiones y en el diseño de políticas públicas es esencial, incluso si esto implica prescindir de financiamientos internacionales en ciertos casos.
7. Conclusiones y Recomendaciones para el Futuro
La migración sigue siendo una realidad compleja en El Salvador. A pesar de algunos avances, como la firma de acuerdos regionales y la creación de programas de apoyo a personas emprendedoras retornadas, El Salvador sigue enfrentando desafíos importantes para garantizar una migración segura, ordenada y productiva. El retorno de las personas migrantes, especialmente aquellas que no tienen los recursos para emprender, requiere una atención urgente. Asimismo, la participación de la diáspora en el exterior, a través de las remesas y su implicación en políticas públicas, sigue siendo una de las principales contribuciones al desarrollo económico, pero su impacto está limitado por la falta de políticas que fomenten su uso productivo.
El futuro de la migración en El Salvador depende de la implementación de políticas públicas integrales que no solo gestionen la salida de las personas migrantes, sino también su retorno y reintegración. La creación de un sistema de pensiones universal, la mejora de la atención médica, la participación y la inclusión de las personas en el desarrollo económico del país, son claves para construir un futuro más justo y sostenible para toda la población salvadoreña, tanto dentro como fuera del país.
- Fomentar políticas de reintegración para personas migrantes retornadas:
Es esencial que El Salvador desarrolle una política de reintegración para las personas migrantes que regresan, que incluya el acceso a pensiones, seguridad social y empleo digno, sin depender solo de aquellos que desean emprender. - Reducción de la dependencia de las remesas:
La desaceleración en el crecimiento de las remesas señala la necesidad urgente de reducir la dependencia de esta fuente de ingreso. Esto requiere un enfoque en el fortalecimiento de la producción interna, particularmente en sectores estratégicos, y en la diversificación económica.
Mantener la autonomía en la toma de decisiones políticas:
El Salvador debe equilibrar su colaboración con organismos de cooperación internacional, para mantener su autonomía decisional y desarrollar políticas nacionales que respondan de manera efectiva a las realidades sociales, económicas y culturales del país. La independencia en la toma de decisiones es esencial para el futuro desarrollo del país.