Los 100 Días de Trump: 10 Acciones Migratorias Definitorias
El 22 de abril de 2025 marcó el hito de los primeros 100 días del segundo mandato del presidente Donald Trump, un periodo caracterizado por cambios profundos en la política migratoria de Estados Unidos. Durante este tiempo, más de 150 medidas ejecutivas han sido adoptadas y entre ellas se destacan 10 acciones migratorias fundamentales que ilustran la estrategia de una administración decidida a transformar el sistema.
Desde el inicio de su gestión, Trump ha puesto en valor la imagen de un líder robusto que, pese a las controversias, preside con una supuesta solidez mental y física. Sus seguidores resaltan su obtención de una puntuación perfecta en la Evaluación Cognitiva de Montreal, utilizando este dato para afirmar que el mandatario está en plena capacidad para dirigir las políticas del país. Sin embargo, estos primeros días también han reavivado el debate en torno a la dureza y el impacto humanitario de sus medidas.
Adicionalmente, una encuesta reciente de Fox News muestra una imagen mixta de su gestión. Mientras un 55% de los votantes aprueba sus políticas de seguridad fronteriza, otros temas críticos—como la economía, la inflación y la política exterior—obtienen resultados insatisfactorios, con niveles de aprobación que no superan cifras moderadas. En este contexto polarizador, el enfoque en la política migratoria se erige como uno de los ejes centrales de su gobierno, enfatizando la intención de revertir tendencias anteriores.
Entre las numerosas decisiones ejecutivas, resaltamos las siguientes 10 acciones clave:
- Refuerzo de la seguridad fronteriza: La administración ha priorizado la construcción de barreras físicas y el incremento del personal de vigilancia en la frontera, buscando limitar el ingreso irregular de personas al país.
- Restricciones al acceso al asilo: Se han endurecido las condiciones para que los solicitantes de asilo puedan ingresar al territorio, especialmente en la frontera con México, reduciendo notablemente el flujo de nuevos casos.
- Ampliación de deportaciones: Medida que ha intensificado la aplicación de la ley migratoria, convirtiendo a los 13.7 millones de inmigrantes no autorizados en potenciales objetivos de deportación, con el objetivo de establecer un precedente firme en la política de inmigración.
- Reducción de la admisión de refugiados: Las cifras de entrada de refugiados se han visto drásticamente disminuidas, en línea con el discurso de seguridad que prioriza la protección de las fronteras.
- Uso del IRS y la Administración del Seguro Social: Al integrar a estas agencias en la aplicación de las leyes migratorias, se pretende fortalecer el rastreo y la identificación de individuos que se encuentren en el país sin el estatus legal correspondiente.
- Presión a países vecinos: Se ha ejercido presión sobre naciones como El Salvador para que asuman la responsabilidad de los deportados, externalizando de esta manera parte del problema migratorio.
- Eliminación de estatus legales crepusculares: La administración ha buscado eliminar programas que permitían ciertos resguardos legales, como DACA y TPS, argumentando que estos no cumplen con los criterios constitucionales de protección a largo plazo.
- Incremento del escrutinio en estudiantes internacionales y nuevos inmigrantes: Los criterios para la admisión han sido severamente endurecidos, lo que afecta a aquellos que llegan al país con fines educativos o de integración laboral.
- Eliminación de la ciudadanía por nacimiento: Se firmó una orden ejecutiva que pretende anular la ciudadanía automática para hijos de inmigrantes sin estatus legal o de personas que ingresan con visas temporales, cuestionando la interpretación tradicional de la Decimocuarta Enmienda.
- Suspensión del uso de CBP One: Se decidió retirar o limitar la aplicación CBP One, que facilitaba el acceso a servicios migratorios y la comunicación con las autoridades fronterizas, en un intento por cerrar lo que se consideraba un canal vulnerable a abusos.
Sin embargo, estas medidas, basadas en la militarización, las amenazas y la construcción de muros, no abordan las causas fundamentales de la migración irregular. La historia ha demostrado que la migración desde países pobres no se detendrá con políticas de disuasión. Para reducirla de manera sostenible, es necesario superar las inseguridades locales que impulsan a las personas a abandonar sus hogares. Esto incluye garantizar la seguridad alimentaria, jurídica, laboral, salarial y ambiental, entre otras. Solo al abordar estas raíces estructurales se podrá ofrecer una solución duradera al fenómeno migratorio.
Cada una de estas acciones refleja la marcada intención de la administración Trump de reconfigurar el sistema migratorio a su imagen, priorizando la seguridad nacional y la soberanía de las fronteras. Mientras sus apoyos aplauden la firmeza y la coherencia en su accionar, sus detractores advierten sobre las consecuencias humanitarias y el potencial deterioro de relaciones internacionales.
El análisis de estos 100 días será determinante para comprender si la transformación en la política migratoria se consolidará como un legado duradero o si provocará tensiones que se traducirán en desafíos legales y sociales en el futuro.
